Aunque de momento no se trata de una propuesta unánime, bodegueros y viticultores, apoyados por el Cabildo tinerfeño, están ultimando la presentación de la petición para la creación de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Tenerife, que abarcaría los vinos toda la Isla. “El Gobierno insular va a apoyar y a asesorar, como no puede ser de otra manera, a los viticultores de Tenerife, ya que se trata de una oportunidad única, que permitirá dar unidad a todo el sector del vino”, declaró el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo tinerfeño, Jesús Morales.
El responsable insular añadió que este apoyo será tanto “desde el punto de vista técnico como económico”, con el fin de un unificar en una misma figura los caldos insulares. En esta línea, Morales se mostró confiado de que “aquellas personas que no están de acuerdo con esta nueva DOP, al menos no intenten boicotearlo”.
La intención es que una vez presentada la solicitud oficial al Instituto de Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) se puedan iniciar los trámites con el fin de que la nueva DOP pueda estar en vigor, previsiblemente, a partir de 2017, ya que este trámite debe recibir el visto bueno de la Unión Europea, siendo un paso que se demorará un tiempo.
El pasado mes de noviembre un grupo de cerca de una veintena de viticultores y bodegueros de la Isla, que representan cerca del 70% de la producción tinerfeña, rubricaron un documento de compromiso para impulsar la nueva denominación de origen, con el objetivo de que apoye y complemente las cinco ya existentes en Tenerife: Valle de La Orotava, Valle de Güímar, Abona, Tacoronte-Acentejo e Icoden-Daute-Isora. Además, este documento contó con el respaldo de algunas de las asociaciones agrarias de las Islas.
Por contra, lo cierto es que este proyecto no cuenta aún con el apoyo de todo el sector, tanto a nivel local como regional.
Morales hizo hincapié en que esta nueva figura no pondrá en peligro la permanencia del resto de DOP tinerfeñas, sino que se concibe como un elemento unificador, bajo el cual se englobarán los consejos reguladores que lo estimen. “Será un elemento que permita dar continuidad y homogeneidad a los caldos tinerfeños”.
Aumentar la promoción
Una vez Europa dé su visto bueno a la creación de esta denominación de origen protegido, el Cabildo prevé incrementar las labores de promoción, con el objetivo de reforzar la imagen de los vinos de la Isla. “Desde el punto de vista turístico será una herramienta fundamental para dar a conocer y potenciar la presencia de los caldos en otros mercados”, aclaró. El consejero recalcó que el hecho de contar con una marca colectiva de todos los vinos tinerfeños facilita que el visitante identifique que se trata de un producto local, siendo así más fácil con respecto a la situación actual, con cinco denominaciones.
Esta nueva figura permitirá el trasvase de uvas entre las distintas zonas de la Isla, lo que será un beneficio para los viticultores y para los bodegueros, a como la puesta en marcha de nuevas prácticas enológicas que el sector demanda para dar cobertura a las necesidades que plantean consumidores y el mercado.
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