La isla de Tenerife está plagada de lugares o fenómenos naturales casi imposibles de encontrar en otras zonas del mundo
Turismo de Tenerife
Por todo ello, la isla está plagada de lugares únicos, en los que el visitante puede disfrutar de monumentos geológicos o naturales imposibles de encontrar en otras zonas del mundo. Turismo de Tenerife propone una vista por muchos de esos lugares que hacen de la isla un lugar inigualable.
1. Cueva del Viento, el túnel volcánico más largo de Europa
Sus más de 100 especies de insectos, la mayoría sin ojos ya que simplemente no los necesitan en un sitio sin pizca de luz acompañan al visitante en una experiencia altamente recomendable que permite descubrir esta cueva laberíntica de tres niveles diferentes llena de pasadizos.

2. El Teide, un viaje a la Luna
Te aseguramos que no habrás visto nada igual. Un volcán inmenso, que es además el pico más alto de España (con 3.718 metros de altitud), cuyo paisaje recuerda a la Luna. Es El Teide y está en Tenerife. Lo saben los más de tres millones de visitantes que recibe al año este Parque Nacional, el más visitado de España y Europa. Desde el punto de vista geomorfológico estamos ante una maravilla de la naturaleza. La estructura de la caldera y el estratovolcán Teide-Pico-Viejo son únicos en el planeta. Aunque no queda ahí su valor. Los cientos de conos, coladas o cuevas con las que cuenta enriquecen su interés científico y paisajístico. A ello se añaden su riqueza de fauna y flora, con una gran cantidad de endemismos canarios y especies exclusivas del parque. Lo mejor, claro, que no se cobra por entrar, porque admirarlo no tiene precio.

3. El árbol más gordo de todos está en la Corona Forestal
En el Parque Nacional de la Corona Forestal está el llamado «Pino Gordo». Su nombre no es casual: el tronco mide más de tres metros de ancho, lo que hace un total de diez metros de circunferencia. Muchos se entretienen intentando rodearlo con sus brazos extendidos, para lo que se necesita un buen número de personas, aunque la foto del recuerdo de la hazaña siempre queda simpática. Pino Gordo es un ejemplar de pino canario con siglos de vida que asistió al surgimiento de los nuevos volcanes de la isla. Se alza 45 metros desde el suelo, con lo que hay pocos árboles en toda Europa que puedan presumir de estar a su altura.

4. Tenerife y su mullido edredón de nubes
El mar de nubes es uno de los fenómenos característicos de Tenerife. Los vientos alisios van empujando las nubes, que suavemente son detenidas por las montañas de la cara norte de la isla, a una altura de entre 600 y 1.800 metros. Así se forma un manto blanco que recuerda a un mullido edredón de plumas. Si se asciende desde la costa, el proceso se asemeja al paso de una estación a otra en cuestión de minutos, con cambios de temperatura de hasta 10 grados centígrados.

5. Viñedos de altura
La uva es uno de los cultivos más importantes que se pueden encontrar en esta tierra de contrastes. En ningún otro sitio se cultivan a tanta altitud como en la zona del volcán de Trevejo, a 1.200 metros, rozando las nubes. El fruto adquiere un sabor original que crea unos vinos reconocidos continuamente en los concursos nacionales e internacionales a los que se presentan. Este territorio cuenta con dos denominaciones de origen: Icoden Daute Isora y Abona. Si se desea profundizar en la cultura vinícola de la zona puede realizarse la visita a una finca ecológica. Además de recorrerla y conocer cómo se trabaja en ella para producir los vinos, desde el cultivo de las viñas al pisado de la uva y el envejecimiento del caldo, también se pueden degustar.

6. Malpaís de Güimar, un paisaje volcánico que parece de otro planeta
Situada en el este de Tenerife, la Reserva Natural Especial del Malpaís de Güímar es uno de esos paisajes que parecen sacados de una película de ciencia ficción. El terreno casi desértico combina el color negro de la lava solidificada con la arena rojiza, lo que hará creer al visitante que se encuentra en otro planeta. Especialmente interesantes son los rincones en los que pueden apreciarse las coladas lávicas brotando de las fisuras del volcán Montaña Grande. A pesar de la aridez de este paisaje volcánico, tan cercano al mar, en el Malpaís de Güímar se conserva la vegetación propia de estos terrenos de las Islas Canarias, como la tabaiba o el cardón, que brotan entre las grietas de la lava.

7. El Santo Hermano Pedro
Una cueva volcánica que de otra manera habría pasado desapercibida para el mundo se ha convertido en un auténtico centro de culto popular. Es la del Hermano Pedro, en Granadilla de Abona. Este pastor del siglo XVII la utilizaba habitualmente para refugiarse con sus cabras cuando sintió la llamada de la fe con 23 años. Tras entregarse a cuidar de los más débiles en Guatemala, fue declarado santo en 2002. Seas o no creyente, una visita a la cueva procura una sensación especial con la contemplación de sus innumerables imágenes religiosas, velas y ofrendas repartidas en un espacio tan reducido. Los recovecos de sus paredes están repletos de papelitos en los que los visitantes escriben sus promesas y deseos con la esperanza de que el Santo Hermano Pedro se los cumpla, ¿por qué no probar a pedir uno también?

8. El Macizo de Teno, el verde y la lluvia como protagonistas
En el Macizo de Teno, en el corazón de este territorio, florece una de las superficies de laurisilva más extensas de Tenerife. Es una exuberante población boscosa de la era terciaria que sobrevive en muy pocos lugares del mundo. La forman desde acebiños, laureles y viñátigos a musgos y líquenes que se aferran a los troncos de los árboles hasta fundirse con ellos. A medida que se abre camino sobre las hojas secas que forran el suelo de otoño, con un poco de suerte se pueden distinguir las aves de la zona: el reyezuelo de Tenerife, el petirrojo o la paloma turqué.
¿Has visto llover de lado? Uno de los fenómenos más curiosos de los bosques de laurisilva es el de la lluvia horizontal, donde las gotas del mar de nubes que se forma entre los 400 y los 1.500 metros lo empapan todo. Enfúndate en un chubasquero (preferible a un paraguas) para protegerte de la humedad.

9. Siam Park, el mejor parque acuático del mundo
Si estás pensando en darte un chapuzón y pasar un buen rato con los amigos, el «mejor parque acuático del mundo» lo tienes más cerca de lo que crees. Y es que, por tercer año consecutivo, el Siam Park de Tenerife ha sido reconocido por los usuarios de TripAdvisor como el más impresionante de todos. Ubicado en Adeje, Tenerife, y con un terreno de 18,5 hectáreas envueltas entre una espesa jungla y una sobria decoración tailandesa. No hace falta recorrer mucho para darse cuenta que allí reina un ambiente festivo digno de una experiencia memorable. Además, Siam Park es el primer parque acuático que ha recibido este distintivo de calidad turística tres años seguidos, lo que supone un gran reconocimiento de los usuarios.
