Mis amigos del fútbol

Por mi forma de ser, mi actitud personal cuando me enfrento a cualquier proyecto es hacerlo de frente, con el deseo de crecer como persona, con la humildad de aprender de todos y con el deseo de crecer, no solo en experiencias y conocimientos, sino crecer en amigos. Eso es heredado, pues tuve un gran maestro, mi padre.

Estamos cerca de cumplir los tres años que presenté mi dimisión como Consejero del Club Deportivo Tenerife (agosto de 2016), y esa etapa de ilusión y entrega la valoro muy positiva en todos los aspectos.

Primero, el orgullo, en el buen sentido, nunca vanidad, que tuve de entrar en el Consejo de Administracion de tu Club, que sientes de corazón, por el que sufres y te alegras, del que te llevaron de la mano con seis años (culpable, mi hermano Rafael), donde no sabías a donde ibas, pero ese destino inocente se ha convertido en una pasión. Bendito destino, bendita pasión…

Segundo, las amistades que me llevo. En la semana pasada, tuve la ocasión de hablar en una entrevista en Radio Marca con Ramón Hernández, en la que charlamos más de una hora de nuestro C.D. Tenerife, y comentamos muchos asuntos, en unos estábamos de acuerdo y en otros no.

La vida la tenemos que saber encajar así, y pensar que la discrepancia te enriquece y ademas te forma como persona. Gracias a Ramón y a Radio Marca por el rato agradable de la entrevista. En esa conversación, se habló de mi amistad con la gente del mundo del fútbol. Esa gente de la que me despedí hace tres años; y hoy puedo decir que tengo verdaderos amigos.

Yo intento poner mi granito de arena para mantener ese vínculo, y ellos, mis amigos, me lo devuelven con creces. Todas las semanas hablo con algunos de ellos, e intentamos fijar encuentros (casi, en su totalidad, gastronómicos), y allí hacemos un repaso ameno, reposado, con una copa de vino, recordamos historias y hablamos de fútbol, y de cada uno de nuestros equipos, de nuestras pasiones.

Gracias al C.D. Tenerife, he crecido como persona y he crecido en amigos. En mi vida, me han enseñado que es más fácil unir a la gente que lo contrario.

Corviniano Clavijo